| Club Argentino del Carruaje del Noroeste |
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 A proximadamente en el año 1991, José Manuel García González, pariente, amigo y vecino del campo, tomó la iniciativa para que comenzáramos a "atar" los coches que hasta ese momento estaban arrumbados en los galpones. Los comienzos fueron bastante precarios, atando con aquellos caballos hechos para la circunstancia, yuntas desparejas en su pelaje, pero el entusiasmo siempre se mantuvo vivo y la diversión de todo el grupo familiar fue creciendo. Así fue que se incorporaron nuevos coches, algunos traídos de Buenos Aires con sus tiros de yuntas, otros coches de la familia que estaban en un total deterioro no teniendo mas relevancia que el haber sido de nuestros bisabuelos, cargados de recuerdo por parte de nuestros tíos quienes nos contaban viejos recuerdos; otros coches de Córdoba. En definitiva, nuestro interés común era revalorizar este importante capital histórico muchas veces olvidado bajo la tierra de los galpones y despertar el entusiasmo en sus dueños, para luego compartirlo. Así, fuimos encontrando a otros entusiastas, entre quienes bien vale la pena destacar a Domingo y Fernando Becche o por qué no a Luis García Montaño, quienes al día de hoy han ido incorporando nuevos coches y hoy cuentan con muy importantes piezas. Fuimos creciendo y teniendo protagonismo en diferentes eventos, tanto en Salta capital como también en la Sociedad Rural de Tucumán, al punto tal que en fecha reciente (febrero de 2009) Luis García Montaño se hizo presente con sus carruajes a lo largo de dos noches del Festival de Jesus María. Quizás fueron un hito en toda esta historia las dos atadas que hicimos con la participación, asistencia y asesoramiento del Club del Carruaje Argentino, quienes concurrieron para investirnos como delegación dentro del NorOeste. En dicha oportunidad ya nos introdujeron conceptos y principios de un correcto "atar", y se nos despertó un nuevo elemento que fue el de la competencia, siempre con la limitante del tipo y estilo de los coches que tenemos ya que no son de competencia.La llama de ese espíritu que nos inflamó, hoy continúa intacta y es una constante el proseguir con tan agradable actividad. |
