Un regalo es un agasajo; supone una intención cordial, una prueba de afecto, de simpatía o agradecimiento y como tal debe hacerse y aceptarse, ya que rechazarlo sería una ofensa para el que lo hace.

Los regalos se pueden ofrecer con motivo de cumpleaños, bautismos, matrimonio, Navidad…, pero también cuando nos hacen una invitación a una casa a comer o luego de una estadía, al médico de la familia, o a un personaje importante como deferencia. Suelen ser una muestra de agradecimiento o felicitación hacia otras personas.

  Aunque, a primera vista, parezca una cosa sencilla, en determinadas circunstancias no lo es tanto. Un regalo puede ser mal interpretado, y en algunos casos puede llegar a ofender o molestar; incluso puede llegar a ser interpretado como un "soborno" o una manera de influenciar ciertos comportamientos. Por eso tenemos que tener mucho cuidado  con lo que se regala y a quien se regala; para ello al elegir un regalo debemos  tener en cuenta:

• A quién se le entrega: Si no hay tanta amistad, no conviene regalar cosas personales; si es alguien importante, regalar algo de buen gusto para que pase más desapercibido el valor económico; y si es alguien inferior, no herirlo con algo ostentoso, ni tampoco insignificante.

• Su utilidad: ponerse en el lugar del otro para que le pueda ser útil.
• Que constituya un recuerdo: si es alguien extranjero, especialmente, obsequiarle algo típico de nuestro país.
• Su intención: No hacer regalos de tal manera que parezca pago de precio por determinada razón, ni mucho menos hacerlo en un primer encuentro de negocios, ya que puede ser interpretado como soborno.

  El regalo debe ser, por lo tanto, oportuno en el tiempo, imaginativo y de buen gusto. Si es con dinero público debe tener un valor modesto.

 

  Algunas reglas

• Es importante conducirse naturalmente tanto al dar como al recibir un regalo. Nunca debe insinuarse el precio, ni aludir a la importancia del objeto elegido.
• El obsequiado no debe mostrar desencanto ni hacer críticas, sino procurar parecer encantado, aunque no sea de su agrado.
• Agradecer siempre, no sólo por el objeto en sí mismo, sino por la intención y amabilidad del gesto.
• Abrirlo en presencia del que lo hace, pero sin denotar avidez ni indiferencia.

  Se dice que no debe  regalarse cuchillos, porque traen discordia, ni pañuelos porque son causantes de lágrimas.

  Ir a comer a la casa de alguien obliga a no llegar con las manos vacías, y lo más común es llevar bombones, flores o un licor.

 

  Si Regala Flores
  En EEUU no regalar rosas rojas, ya que indican un vínculo amoroso, ni tampoco amarillas, porque traen mala suerte, pero es bien mirado si son enviadas el día anterior.

  En México, se regala tanto a los anfitriones como a los dueños de casa, y en Inglaterra debe ser modesto, y no superar las 15 libras.

  En Alemania, no regalar claveles o crisantemos ya que son mortuorias, ni tampoco jabones o pañuelos.

  En Polonia o Eslovaquia (y en Alemania) las flores deben ser en número par y sin papel, y entregarlas personalmente.

  En cambio, en Suecia las flores se envían al día siguiente.

  En Finlandia no se regalan calas, porque son para los funerales.